EL ORIGEN DE DIOS
EL ORIGEN DE DIOS
Hace 200.000 años, cuando, nacen los primeros H. sapiens, y crecen y se reproducen, posiblemente, vivieron sobrecogidos ante la grandiosidad de lo que sus sentidos le permitían percibir, así como también sentirse impotente ante los fenómenos de la naturaleza como, las tormentas, los rayos, los volcanes, la lluvia, el viento, los huracanes, los tsunamis y la curiosidad debió aumentar y como las respuestas no surgían es de suponer que este hecho le produjo a estos primeros humanos una especie de angustia existencial que sus ancestros, talvez, nunca padecieron.
Esta angustia se convirtió en un reto para su formidable inteligencia, para, por una parte, investigar y buscar explicaciones científicas y por la otra y mucho más fácil inventase unas explicaciones míticas, porque como bien lo decía Albert Einstein, es mucho fácil creer que pensar
La mayor capacidad cerebral, del H. sapiens, le proporcionó la mayor inteligencia, frente al resto de seres vivientes, incluido su ancestro, el Homo erectus, considerado hasta ese momento, el ser más inteligente sobre la tierra. Esta mayor inteligencia del H. sapiens, se demuestra, entre otras, por su capacidad de generar preguntas complejas, como: ¿Quién soy?, ¿por qué existo? ¿Qué es esto que me rodea?, preguntas cuyas respuestas solo podían surgir del conocimiento, que es precisamente lo que no tenía, ni tiene, aun hoy en pleno siglo 21, el H. sapiens, salvo raras excepciones.
Pero, cómo el H. sapiens, podía inventar de la nada, fue cuando, posiblemente surgió la solución, quizá asociado al papel que sus madres y tíos (más no se padre, porque en semejante promiscuidad, no se sabía quién era) , cumplieron respecto a él mismo, que le enseñaron cosas para la vida y lo protegieron y defendieron de las asechanzas, entonces era apenas natural para este humano salvaje, pensar que debe existir una gran madre o como la haya llamado y a propósito el ser humano se preocupó por ponerle nombre a todo, antes no había sido necesario
Cuando esta experiencia o mejor esta gran conclusión, de imaginarse una gran madre protectora, la que marca o dirige la orientación o sentido de las cosas, la que guía, la que castiga, la creadora de todo, se fue consolidando poco a poco, hasta formarse físicamente una sección en el cerebro del Homo sapiens, especializada en albergar el concepto de esa gran madre,
¡eh aquí se ha creado en el cerebro humano el concepto de Dios!
El Homo sapiens con su imaginación creó a ese ser, pero no lo concibió como padre porque en la tribu promiscua no se sabía quién era el padre, pero sí quien era la madre y es posible que el primer dios haya sido una mujer gigante, pero como como nunca había visto algo semejante, era mejor pensar en algo o alguien conocido y por eso su ingenio lo llevó a imaginar nada más ni nada menos que como algo admirable para él, por ejemplo alguno de los animales grandes y fuertes que él creía lo podrían proteger, como el elefante, el rinoceronte, o posiblemente la serpiente, o por qué no el águila o quizá esa gran madre era el viento, o talvez el volcán, o quizá, el trueno, o era la lluvia, o las estrellas o ¿qué tal el sol?
¡eh aquí se ha creado a Dios!
El poder de la inteligencia humana, superior a la de los demás animales, le ha dado y le da la capacidad de aprender, de entender, comprender, analizar, diseñar, inventar, crear, imaginar, razonar, planificar, memorizar, pensar en modo abstracto y otras, pero nunca le ha permitido conformarse con que ese ser superior fuera solamente un imaginario, sino que debía ser alguien externo, porque es difícil pensar que toda la maravilla de la creación se haya hecho sola, la verdad es que nunca nadie ha visto el reino de dios, nadie sabe cómo es, nadie lo conoce, nadie sabe dónde está, ni mucho menos ha contactado con él o ella, o ello y todo lo que sabemos acerca de este ser ha sido inventado, todo es imaginario entonces fue cuando el ser humano cayó víctima del engaño universal por excelencia: la religión que lo tiene atrapado desde hace 200.000 años o quizá un poco menos y lo seguirá subyugando quien sabe por cuantos siglos más.
Por lo anteriormente expresado, Lineo, quizá debió bautizarnos como Homo teísta. El verdadero homo sapiens está por venir
La respuesta racional hubiese sido, que, si ese ser está en la mente, no hacía falta nada ni nadie para comunicarse, implorarle, calmarlo, agradecerle, sino solamente intimar consigo mismo.
Entonces, como el afán era y es, pensar en un ser externo como dios, la humanidad desde aquellos tiempos se dividió en tres grupos, los investigadores, los creadores de mentiras y los nada que ver.
Con el correr de los años los creadores de mentiras dijeron que habían contactado a dios, y posiblemente empezaron a reclamar recompensa a cambio de intercesiones con ese ser superior, algo parecido a la famosa estafa tan común en los actuales días, de tomarse el nombre de un crucero o un centro vacacional famoso, para decir que son sus representantes y vender por cuotas cupos para una vacación inolvidable y cuando el ingenuo comprador completaba el valor de la excursión e iba por su boleto para la vacación, el supuesto representante está de huida con toda la plata reunida de los cientos de incautos engañados.
En realidad, el estafador ni siquiera es conocido del dueño del crucero o del centro vacacional que dice representar y nunca ha hablado con él y entonces ¿cómo se toma su nombre para decir que es su representante? Esto es casi que lo mismo que la usurpación de identidad y si el dueño del crucero o el del centro vacacional afectado se llegaran a enterar, podría demandar penalmente al usurpador, por otro lado, la víctima de la estafa también lo podría hacer; similar a esto, es el comportamiento del timador y debió ser el nacimiento de a la religión prehistórica,
¡eh aquí ha nacido la religión!
Como se sabe el humanos primitivo fue trashumante , no solamente los Homo sapiens, también lo fueron, según los hallazgos paleontológicos, los Homo ergaster y los Homo habilis, por lo tanto entre los Homo sapiens, difícilmente podría alguien dedicarse a observar, comparar, probar y sugerir explicaciones y mucho menos a pintar o a escribir en una palabra, a investigar.
No existen registros históricos, ni de la religión, ni de la ciencia antiguas y solamente 120.000 años después de la aparición del Homo sapiens, es que los humanos empezaron a dejar testimonios para que la posteridad los conociera, por ejemplo, se han encontrado huesos con muescas, hechos por la mano humana hace 40.000 años y fueron hechos posiblemente para contar y llevar algún registro por ejemplo las fases de la luna, periodos menstruales, épocas de sequía o de lluvias, como por ejemplo el hueso de Ishango que data de hace 22.000 años, este objeto consiste en el peroné de un babuino con un pedazo punzante de cuarzo incrustado en uno de sus extremos, quizás utilizado para grabar o escribir.
Con relación a los registros pictográficos, se tiene conocimiento que, a mediados de septiembre de 2018, investigadores de la Universidad de Witwatersrand en Sudáfrica encontraron una piedra en la que se encuentran dibujos paleolíticos que superan los conocidos hasta la fecha. Se estima que fueron grabados hace unos 73 000 años .
La religión se ve fortalecida cuando se descubre la agricultura y es precisamente con esto que aparecen, los ahora llamados chamanes, que eran una especie de sacerdotes temporales que eran respetados hasta cuando lograban conseguir favores de parte de alguna divinidad.
Según el sociólogo G. Lenski, la religión es un sistema compartido de creencias y prácticas asociadas, que se articulan en torno a la naturaleza de las fuerzas que configuran el destino de los seres humanos». Por otra parte, el antropólogo Clif-ford Geertz, en; C. GEERTZ: (1.973) «La interpretación de las culturas (pág. 89). Gedisa, da esta definición: “La religión es un sistema de símbolos que obra para establecer vigorosos, penetrantes y duraderos estados anímicos y motivaciones en los hombres, formulando concepciones de un orden general de existencia y revistiendo estas concepciones con una aureola de efectividad tal que los estados anímicos y motivaciones parezcan de un realismo único”»
La teosofía propone que todas las religiones surgieron a partir de una enseñanza o tronco común, que ha quedado oculta bajo el velo de las doctrinas que se fueron elaborando con el correr de los siglos siguientes, llevando muchas veces a contradecir la enseñanza original.
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